Vehículos de inversión

Vehículos de iversión

Puede resultar difícil entender las diferencias prácticas entre una empresa unipersonal, una sociedad de hecho, una SRL, una SA, una SAS u otras figuras asociativas.

Como el análisis de los aspectos técnicos puede resultar tedioso y aburrido, se me ocurre construir una especie de índice que compare cada una de estas estructuras tomando en cuenta cinco aspectos principales:

  • Costos de creación. (Bajo-Medio-Alto)
  • Dificultad de ingreso de nuevos socios o inversores. (Baja-media-alta)
  • Protección contra riesgos financieros de la empresa. (Baja-Media-Alto)
  • Complejidad de la gestión formal de la estructura. (Baja-Media-Alta)
  • Dificultad para la venta o transferencia de la empresa. (Baja-Media-Alta)

Tipo de empresaCosto de creaciónIngreso de nuevos sociosProtección cotra riesgosComplejidad de la gestiónDificultad para la transferencia
UnipersonalBajoDifícilNingunaBajaDifícil
Soc. de HechoBajoFácilNingunaBajaDifícil
S.R.L.MedioMedioBuenaBajaMedia
S.A.AltoFácilOptimaMediaFácil
S.A.S.MedioFácilOptimaBajaFácil

De acuerdo con el cuadro anterior, si se trata de un proyecto pequeño, de bajo riesgo y estamos buscando una estructura formal de bajo costo y rápida de implementar, nuestra opción será crear una empresa unipersonal o una sociedad de hecho, según se trate de una iniciativa individual o de varios socios.

Cuando se trate de un proyecto de mayor envergadura y pensado para crecer y perdurar, será relevante proteger nuestro patrimonio personal contra los riesgos financieros de la actividad empresarial y facilitar el ingreso de inversores o nuevos socios cuándo se requiera.

En este escenario nos centraremos en las clásicas estructuras de la Sociedad de Responsabilidad Limitada y la Sociedad Anónima.

Finalmente, cuando estemos en el desarrollo de una empresa de crecimiento rápido con el objetivo de vender la empresa u ofrecer participaciones en ella, nos centraremos en la estructuras de la clásica Sociedad Anónima o la recientemente creada Sociedad Anónima por acciones simplificadas (SAS).

Como es posible apreciar cada estructura responde a necesidades específicas diferentes y lo normal o aconsejable es que aquellas empresas que comienzan como unipersonales o sociedades de hecho, migren luego a una estructura jurídica con un mejor desempeño tanto en escenarios de crecimiento como de crisis.

Dr. Jorge De Ávila

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